Artículo: Viajar con hijos: cómo hacer del camping una aventura familiar inolvidable
Viajar con hijos: cómo hacer del camping una aventura familiar inolvidable
En Tribu creemos que no hay mejor aventura que salir con tus hijos a explorar el mundo. Acampar en familia es mucho más que un viaje: es una oportunidad para aprender, reír, ensuciarse, descubrir y reconectar con lo esencial. Dormir bajo las estrellas, escuchar los pájaros al despertar y vivir al ritmo del sol se convierte en una experiencia que todos recordaremos para siempre.

La aventura de enseñarles a mirar el mundo
Viajar con hijos es mucho más que moverse de un lugar a otro.
Es enseñarles a observar un amanecer, a descubrir un insecto entre las hojas o a cocinar juntos al aire libre. En medio del ritmo acelerado del día a día, el camping ofrece algo que pocos viajes logran: tiempo real.
Cada etapa tiene su encanto. Los más pequeños descubren el entorno con asombro —una rama puede ser un tesoro, una piedra, una aventura—, mientras que los mayores se entusiasman con participar en las tareas: armar el camping, preparar la comida o buscar leña. Para los padres, la experiencia es una invitación a ir más lento y disfrutar del proceso.
“Para mí, el camping es una forma de educar a mis hijos desde chicos a convivir con la naturaleza y con su entorno”, cuenta Fede Maiz, fundador de Tribu. “Hoy mucha gente vive en departamentos, cada vez más lejos de la tierra. Salir de camping rompe con esa tendencia: nos devuelve a lo esencial, a entender cómo funciona la naturaleza, el frío de la mañana, el calor del día, lo valioso del agua, del fuego… y el placer de vivir con menos”.

El valor educativo del camping
El camping cumple un rol clave cuando hablamos de educación ambiental: nos enseña autonomía, respeto por el entorno y una comprensión directa de los ciclos naturales. Los niños aprenden jugando: sienten la tierra, observan insectos, entienden la importancia del fuego y del agua, y se adaptan a los cambios del clima.
“La naturaleza es una sala de clases al aire libre —comenta Fede—. Conocer la flora, la fauna, los ciclos de la vida te lleva a valorarlos y a cuidarlos. Estamos convencidos de que las personas que acampan son mucho más conscientes y respetuosas con su entorno que quienes nunca lo han hecho”.
Acampar desde pequeños genera un vínculo emocional y formativo difícil de igualar:
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Despierta curiosidad y empatía ambiental.
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Fomenta la creatividad y la resiliencia.
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Enseña que la felicidad no depende de las cosas, sino de las experiencias.

Planificación: la clave para disfrutar
La espontaneidad es parte de la magia del camping, pero con niños conviene preparar ciertos detalles para que el viaje fluya con tranquilidad.
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Elige destinos “family friendly”: con acceso fácil, sombra, baños cercanos y zonas seguras para jugar. En Tribu encontrarás una Red de Camping de norte a sur de Chile, todo ellos son lugares aptos para viajar en familia.
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Revisa el clima y la ruta: evita trayectos muy largos o caminos de ripio en exceso si viajas con niños pequeños.
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Prepara listas compartidas: deja que los niños lleven un juguete o libro que los acompañe durante el viaje o que agreguen algunas de sus canciones favoritas a la playlist, así se sentirán parte de la aventura.
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Lleva snacks y agua siempre a mano: la energía (y el ánimo) se mantiene con pequeñas pausas y algo rico que compartir.
Tip Tribu: Las Carpas de Techo son una gran aliada para viajar con hijos. Tener la cama lista y elevada facilita las noches, evita humedad e insectos, y reduce los tiempos de instalación. Además, los niños aman la sensación de dormir “arriba del auto”, como si fuera una casa en el árbol.

Facilitar el viaje: organización y descanso
Una vez en el lugar, crear cierta estructura ayuda a que todos se adapten mejor.
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Rutinas adaptadas: mantener horarios de comida y descanso similares a los del hogar entrega seguridad.
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Zonas definidas: organiza el campamento en áreas: dormir, cocinar, jugar. Esto mantiene el orden y la convivencia.
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Actividades simples: linternas, una libreta para dibujar, buscar formas en las nubes o recolectar hojas; en la naturaleza, menos es más.
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Seguridad: protector solar, repelente, botiquín básico y normas claras, como no alejarse sin avisar o no acercarse al fuego sin un adulto.

Dormir sobre ruedas: el encanto de las Carpas de Techo
Cuando viajas en familia, el descanso lo es todo. La Carpa de Techo no solo mejora la comodidad, sino que transforma el dormir en una experiencia distinta: una mezcla entre casa del árbol y refugio rodante.
Armarla toma solo minutos, el colchón integrado garantiza un sueño reparador, y al estar elevada, se mantiene limpia, seca y protegida del entorno. Ideal para quienes quieren moverse sin complicaciones y dormir en alto, en cualquier destino.
Dato Tribu: si aún no tienes tu propia carpa, puedes vivir la experiencia en las Camping Tribu, donde ya hay Carpas sobre estructuras fijas listas para usar y equipadas con todo lo necesario a la hora de acampar. Otra alternativa perfecta para familias que quieren probar antes de invertir o simplemente disfrutar de un fin de semana distinto.

Conectar para cuidar
Más allá del viaje, acampar con niños es una oportunidad educativa poderosa. Enseña autonomía, trabajo en equipo, respeto por el entorno y curiosidad por lo simple.
Dales pequeñas responsabilidades —como inflar los colchones, ayudar con la comida o lavar los platos— para que aprendan el valor de colaborar y cuidar el espacio que comparten. Aprovecha también para enseñarles a cuidar el agua, recoger su basura y observar sin dañar. En la naturaleza, cada acción tiene un impacto y cada gesto cuenta.
“Creo que una persona que acampa desde niño difícilmente va a ser indiferente al cuidado de la naturaleza —complementa Fede—. Es una educación ambiental de bajo costo y alto impacto, con un retorno enorme. Quien conoce y disfruta la naturaleza, la valora y la defiende.”
En el fondo, el camping no solo se trata de una escapada: es una forma de educar y reconectar con nuestras raíces, de formar personas más conscientes, creativas y comprometidas con su entorno.

Checklist básico para acampar con niños
- Ropa cómoda por capas (y de recambio).
- Botiquín con lo esencial
- Snacks, frutas y termo.
- Linternas, pilas extra y juegos simples.
- Toallitas húmedas, bolsas y elementos de limpieza.
- Protector solar, gorros y repelente.
- Carpa de Techo o refugio confiable para el descanso.
En resumen
Viajar con hijos puede parecer desafiante, pero con la mentalidad adecuada se convierte en una de las experiencias más enriquecedoras que existen. En cada campamento hay aprendizajes, risas, improvisaciones y recuerdos que perduran.
Y si además cuentas con una Carpa de Techo Tribu, la aventura se vuelve aún más fácil, práctica y segura. Porque no se trata solo de viajar: se trata de crear momentos en familia que conecten con la naturaleza y con lo esencial.
Tribu nace de esa idea: que el viaje no termine al volver, sino que siga en la memoria, en la forma de mirar el mundo y en las ganas de volver a salir.
¿Te gustaría vivir la experiencia Tribu en familia?
Explora nuestras Carpas de Techo y Campings Tribu, donde cada espacio está diseñado para que grandes y chicos disfruten de la naturaleza sin renunciar a la comodidad.
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